Los ponentes han mencionado que desde un punto de vista de optimismo democrático el hecho de conseguir mayorías democráticas es un factor decisivo para conseguir la secesión y la declaración de nación en contraposición a la lógica histórica de guerra y descomposición del estado original. De hecho, en las últimas décadas ha quedado patente la importancia cada vez mayor del apoyo ciudadano en el proceso para obtener la secesión. Tanto es así que se ha vuelto prácticamente imprescindible. De todos modos, los argumentos geopolíticos no son suficientes.
Por eso, el derecho a decidir y la secesión se pueden negociar en función del coste que le suponen al estado original.